Cuento corto de mi padre, nadador, periodista e hijo adoptivo de Navia.
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Buenas tardes Señoras y Señores, amigos todos.
Me vais a permitir que me presente: Soy LA SEÑORA DE LA RIA DE NAVIA., y que por medio de este atrevido ex nadador y periodista quiero contaros algunas vivencias mías.
Llegando estas fechas, o en otras similares donde tengo protagonismo, siempre se habla de los participantes, de los organizadores, de los visitantes, pero casi siempre se dice poco de la protagonista del evento. LA RIA DE NAVIA.
Yo también tengo mi corazoncito, y me gustaría oír alguna alabanza sobre mi figura, mi belleza, mi empaque, la importancia de mi participación, en fin…, algo que me regalara el oído. Yo también he sufrido mucho a lo largo de los siglos de mi existencia, pues yo estoy aquí antes incluso que la propia NAVIA. La primera noticia documentada de NAVIA data del S/X, y se refiere a una donación hecha al Obispo de Oviedo de unas tierras en Andés, pero hasta 1270 no recibe “la carta puebla” o “Fundacional” de manos del Rey Alfonso X El Sabio, autorizando para celebrar un Mercado todos los jueves y permiso para construir La Muralla desde la calle de Las Armas hasta la de San Francisco, tardándose III Siglos en construirse. Actualmente solo se conserva parte de ella y muy deteriorada.
Pero no quiero llenaros de Historía, pues yo he venido a hablar de mí. Yo comparto mi vida con el RIO NAVIA que atraviesa el Concejo de sur a norte por el lado occidental, sirviendo de límite con el Concejo de Coaña y convirtiéndose en su parte final en RIA. Que esa soy yo, y en muchos libros se me reconoce de gran importancia en el Concejo de NAVIA ya que parte de la economía local se articulaba en torno a la RIA. Otro rio, también pariente es el Anleo que cede sus aguas al NAVIA en la localidad de Las Aceñas.
Y os preguntaréis ¿Cuándo es río y cuando RIA?. A un paisanin le hacía esa pregunta un señorito de la capital y con gran sentido de la vida le contestó: “ pues cuando sube el agua es RIA y cuando baja es RIO”.
La MAR cantábrica me dota de agua para subir rio arriba y encontrarme con él en esos ciclos periódicos de subidas y bajadas. Como os decía anteriormente, yo también he sufrido mucho a lo largo de los siglos, guerras, ocupaciones, recortes de mis orillas, vertidos prohibidos… etc., pero una de las grandes perdidas, sin duda, ha sido mis queridos SALMONES que alegremente subían a desovar a lo alto del rio y después de lograrlo volvían a su origen en el mar en forma de alevines. El Navia ha sido uno de los grandes ríos salmoneros de toda la costa, luchando con los cántabros que también los tienen muy buenos. El rio Navia ha sufrido la invasión industrial a lo largo de sus orillas y desde su origen gallego incluso, y esos maravillosos animales apenas se dejan ver subiendo por mis aguas.
No he venido a contaros la historia del Descenso –¿ no sería más bonito denominarlo: “Paseo a Nado por la Ria de Navia”?- pero ya sé que no es comercial un título tan largo. Existen varios libros, muy bien editados y documentados sobre el acontecimiento, fechas, vencedores, figuras deportivas, políticos que se han asomado a Navia,…, etc., pero si quiero mencionar algún detalle de todo ese fenómeno social que se ha creado en torno a Navia y su RIA. A pesar de todo no me sentiría feliz si no hiciera un pequeño homenaje al que se dá como Vencedor del I Ascenso. Francisco Méndez de La Caridad (El Franco). Aquí mi portavoz es testigo.
Allá por el año 1958, un 16 de agosto según dicen, se documenta por primera vez el: “I Ascenso a la Ria de Navia”,desde cerca de la desembocadura hasta la bocana del Puerto, pero yo como SEÑORA DE LA RIA , ya había visto mis aguas atravesadas en dos ocasiones en 1956 y 1957 de orilla a orilla, por unos osados jovenzuelos que en el pueblo los llamaban “los campitos”, por que en el caserón de Andés pasaban sus vacaciones universitarias en plán de campamentos. Pero tampoco esas fechas son ciertas como mi bautizo o hermanamiento con algo relacionado con la natación, no, ya que en 1916 y posteriormente en 1926 existen documentos gráficos donde se ven unas pruebas con nadadores cerca del puente. Desde entonces, sin interrupción ¡¡¡ 53 años!!!, siguen haciendo igual, pero ahora ya no se atraviesa, ni se asciende, ahora se llama DESCENSO, pues vienen desde arriba del rio, más allá de Las Aceñas hasta entrar en el Puerto como si fueran barcos con sus potentes brazadas para alzarse con el triunfo y la gloria de ser los vencedores de mi feudo.
Yo soy la SEÑORA DE LA RIA DE NAVIA que todo lo ve y todo lo disfruta, pues os diré la verdad, me encanta esta fiesta, con esa gente joven que me hace rejuvenecer, con esos visitantes de tantos sitios que están hablando durante todo el año en volver a la RIA DE NAVIA, pues todo esos días es alegría y bien vivir. Por otro lado, soy muy agraciada pues a lo largo de estos años citados, no he tenido ningún percance ni contratiempo digno de amargar estas celebraciones. Allá por unos años anteriores, incluso a la iniciación de las Travesias, unos jóvenes “campitos” perdieron la vida en una piragua, pero fue incluso fuera de mis aguas, en el acantilado, en el mar. Todos los años, llegando estas fechas, se les recuerda junto a la cruz elevada al borde del lugar.
Durante todo el año veo el trabajo callado y tenaz que se realiza, para llegar al feliz día de la competición por parte de un maravilloso grupo que deja sus horas y sus trabajos profesionales para entregármelo y darme realce.
No voy a caer en la tentación de equivocarme dando nombres y citando que si fulanito hace esto muy bien, o que si zutanito lleva este tema a la perfección. Conozco a todos y sé sus nombres y sus trayectorias, desde el principio hasta nuestros días y solamente me permito recordaros que el “osado” ex -nadador y periodista que me da voz en estas páginas es uno de los que hicieron las travesias de los años 1956 y 1957 y sucesivos Descensos. Creo que deben de quedar pocos que tengamos controlados.
Uno de los Actos más brillantes y que me gustan sobremanera, es el de la Elección de la Reina del Descenso y sus Damas de Honor. Ahí me veo yo coronada y mi Banda sobre mi traje de Asturiana que tengo guardado todo el año. ¿Qué difícil debe ser para los organizadores escoger a las mejores?, con tantas candidatas para elegir, pues las jóvenes de Navia son famosas por sus encantos, tanto físicos como morales.
Ahora las veo ahí sentadas llenas de orgullo por haber sido las elegidas entre tantas merecedoras a tal honor. Yo quiero que en este momento ellas, me representen como figuras reales de la SEÑORA DE LA RIA DE NAVIA.
Las sigo a todas partes en sus Actos festivos, y pido a los organizadores que las otorguen aún más protagonismo pues de esa forma yo me sentiré alagada y un poco reconocida en la sombra.
Todos los días hablo con Don Ramón, si el del banco en el Parque. Don Ramón de Campoamor y Campoosorio, nacido en Navia en el feliz año de 1817, me dice muchas veces que lamenta no haber pasado mas años en Navia. Toda su juventud de un lado a otro, de Puerto Vega estudiando latinidad. A Santiago de Compostela para cursas Filosofía, y luego ingresar en la Compañía de Jesús y cambiando de idea se marcha a Madrid para hacer Lógica y Matemáticas en el convento de Santo Tomás. Se matricula en el Hospital de San Carlos para hacer Medicina , pero todos estos picoteos le llevan a su verdadera vocación que es la poesia.
Sus primeras obras “Fábulas” , “Ternezas y Flores” y “Ayes del Alma” le hizo acreedor en aquella época a ser llamado el “El poeta de las Damas”. Después se no hace político y llego a ser incluso Gobernador Civil de Alicante y Valencia. Os cuento esto de Don Ramón para que veáis mi interés por él por eso de “El poeta de las Damas” que me hace mucha ilusión.
Me comenta que él también goza con los festejos populares de Navia, el Descenso, el día de la Virgen de la Barca, etc,.., y me cotillea todos los problemas que rodean la organización. Me explica que él no está en contra de mí, al estar de espaldas a la Ria, al contrario, de esa forma puede ver al pueblo de frente a darme detalles de todo. Ahora han puesto muy “guapín” el Parque y me encarga dé las gracias al que lo haya realizado, ¿digo yo que al Alcalde, nó?.
Ahora os voy a contar un secreto. La noche de antes del Descenso me pongo mis mejores galas y salgo a dar un paseo por Navia y su entorno. Veo nadadores llegados horas antes, que empiezan a empaparse del espíritu del Descenso, con la ayuda de alguna “sidrina” por supuesto. Los veo por el Puerto, por el campamento instalado al lado de la playa. Me recuerdan a los primeros “campitos” y su forma alegre pero educada de comportarse.
También veo a muchos de los organizadores, pululando por el Puerto, colocando tribunas, vallas, preparando barcazas, banderolas. Todos hacen algo y nadie elude hasta los trabajos más duros. Los “jefes” también se mojan, y son los primeros en dar ejemplo. Aquí en el trabajo diario, no existen jerarquías, luego a la hora de representar a Navia, al Descenso, a la Organización, a mi misma como SEÑORA DE LA RIA DE NAVIA, alguno está a la cabeza , junto a los mas importantes políticos que se desplazan todos los años.
El día del Descenso es una jornada especial para mi. Veo mis aguas llenas de barcas engalanadas, gente por las orillas, los nadadores ya han terminado sus calentamientos, mas bien sus enfriamientos, y están preparados para el gran reto. Uno de los comentarios que duran todo el año es el de mis aguas frías. Unos dicen que si los saltos del río arriba los abren y se mezcla con el agua caliente de más abajo, otros que si el mar este año manda agua helada. Pero yo os voy a destapar el secreto: soy yo LA SEÑORA DE LA RIA DE NAVIA, la que hago calentar o enfriar mis aguas para que así se esté hablando de mi durante todo el año, en toda partes de España. ¿Te acuerdas de lo fría que estaba el agua el año pasado?, se comenta por Ovieu . Este año estará fenomenal se dice en Madrid.
Y llegó el momento, el día, la hora y todo explota de felicidad. Yo me suelo subir al puente para ver la llegada y verlos pasar por debajo junto a los grandes pezacos que hay en el fondo. Otra veces me subo en alguna de las barcas donde van “los que mandan” pues ellos siempre se ponen cerca. Pero a las que admiro y adoro es las nadadoras, por algo tenía que ser mujer . Bellezas atléticas, guapas, morenas de trabajar en sus entrenamientos al sol y sin miedo al agua fría ni a los zarpazos que las sueltan sus compañeros cuando se cruzan con ellos, son capaces de terminar la prueba.
Me mezclo con todos ellos cuando recogen su bolsa con la ropa en el puerto ateridos de frío y con ese vaso de café o chocolate (nunca lo he probado) que muchos de buena gana se lo echarían por la cabeza en lugar de beberlo. Luego la fiesta del “bollu”en el Prau y al final de la noche la entrega de los Trofeos y la verbena con música y baile. Yo confieso que ya a esas horas estoy haciendo recuento de todo lo vivido a lo largo de varias jornadas y me paseo por mi RIA cuando está placidamente serena, y si hay luna mejor que mejor.
Me preguntaríais por que no podéis verme?. Os diré una cosa, TODO EL QUE QUIERA A NAVIA Y SU DESCENSO me está viendo a través de su corazón.
En un maravilloso libro, editado con motivo del Cincuentenario del Descenso, se recogen lo mejor de esos 50 años con mucha fidelidad y acierto, pero su título lo dice todo:
“Siempre el Agua
Siempre los Amigos”
El portavoz de
LA SEÑORA DE LA RIA DE NAVIA
Juan Gil Sabio. Navia Agosto 2010.
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